En lugares como oficinas, clínicas, escuelas o gimnasios, el tránsito constante de personas convierte las superficies en puntos críticos para la propagación de virus, bacterias y otros microorganismos. La limpieza superficial no es suficiente. La desinfección diaria es clave para prevenir contagios y proteger la salud de todos los usuarios.
¿Por qué debe ser constante?
Los gérmenes se acumulan rápidamente en manijas, escritorios, baños, barandales y escritorios. Incluso después de pocas horas de uso, las superficies pueden albergar millones de microorganismos. La desinfección diaria ayuda a romper esta cadena de contagios, especialmente en temporadas de enfermedades respiratorias.
¿Por qué usar productos adecuados?
No cualquier producto limpia y desinfecta al mismo tiempo. Es fundamental elegir desinfectantes con registro sanitario, amplio espectro biocida y tiempos de acción comprobados. Productos como Septalkan, que combinan alcohol con amonios cuaternarios, aseguran una desinfección profunda y rápida, ideal para entornos ocupados.